miércoles, 17 de abril de 2013

Homenaje a Luis Cernuda en El Comercial

    Como ya adelanté en su día, el pasado 22 de marzo con motivo de la publicación por Ediciones Vitruvio de la última edición de La realidad y el deseo de Luis Cernuda se congregó en el Café Comercial una multitud poetas y admiradores para recordarle.
 
 
Ana Ares, una de las primeras participantes
 
    Se trata de la obra en la que el artista, ligado tradicionalmente a la Generación del 27, fue agrupando su corpus poético. Ya, cuando se publicó por primera vez en 1936, Federico García Lorca dijo en el homenaje que se hizo para tal ocasión que «La realidad y el deseo me ha vencido con su perfección sin mácula, con su amorosa agonía encadenada, con su ira y sus piedras de sombra.» En ella encontramos poemas de soledad, de nostalgia por los momentos de la niñez, de belleza idealizada, de amor entendido como algo grandioso, de amor visto como un sentimiento martirizante, de anhelo de juventud eterna, de naturaleza paradisiaca.
 
 
Pablo Méndez reconoció que llevaba años soñando esta edición
 
 
El gran novelista y poeta Ramón Hernández, siempre genial
 
    Pablo Méndez reconoció que este es uno de los libros que siempre había querido editar: “Siempre lo he tenido entre ceja y ceja, y ha costado tres o cuatro años de trabajar de rato libre en rato libre. Ha sido difícil, pero estoy muy contento con el resultado, porque es la edición más cómoda y cuidada que hay ahora mismo en el mercado.” Además, una particularidad de esta edición es que al final salen todos los poetas de la editorial, “salvo las nuevas adquisiciones, que no les ha dado tiempo a salir”, añadió. Sobre esto, Eduardo Merino exclamó en cuanto tuvo oportunidad: “¡Qué suerte tenemos que gracias a Pablo podemos aparecer en un catálogo junto a este fenómeno!
 
 
David Morello lee un poema de Cernuda
 
    Seguidamente, cada poeta de los allí reunidos tuvo la oportunidad de dedicar unas palabras a la memoria de Luis Cernuda y de recitar uno de sus poemas. Paco Moral lo describió como “uno de los grandes libros de uno los mejores autores de siempre de lengua castellana, pero con un defecto: coincidir con la gran generación del 27 con Lorca y Alberti, y tres pecados: ser antifascista, homosexual y poeta”. Javier García Magano, por su parte, declaró que admiraba su coraje vital. César Cortijo, en cambio, admitió que “no ha sido uno de mis poetas favoritos hasta hace poco, cinco o seis años” y subrayó que de las tres vertientes de la poesía cernudiana, a saber, romántica, melancólica y política, esta última era la que más le interesaba. A parte de los escritores mencionados, también intervinieron Alberto Infante, Fernando López Guisado, Ana Ares, Hilario Martínez Nebreda, Ángel Rodríguez Abad, Ramón Hernández, María José Pérez Grange, Raúl Nieto de la Torre, Antolín Amador, Lola de la Serna, Jesús Ayet, Alfredo Gómez Gil, José Luis Torrego, David Morello, Javier Cristóbal, Miguel Velayos, Aurora Auñón, María de la O Guillén, Miguel Cuerdo Mir, Pablo Jiménez, Antonio Daganzo, Alfonso Berrocal,  y Mercedes Rodríguez de la Torre.
 
    Los libros vendidos ese día corrieron la fortuna de llevar estampada la firma de su autor Luis Cernuda, gracias a un sello de caucho fabricado a tal efecto, que tras finalizar el acto fue destruido.
 
    Me despido invitándoos a redescubrir a este genio de nuestra literatura, compartiendo con vosotros el poema IV del capítulo “Donde habite el olvido”.
 

Yo fui.

Columna ardiente, luna de primavera,
mar dorado, ojos grandes.
Busqué lo que pensaba;
pensé, como al amanecer en sueño lánguido,
lo que pinta el deseo en días adolescentes.
Canté, subí,
fui luz un día
arrastrado en la llama.

Como un golpe de viento
que deshace la sombra,
caí en lo negro,
en el mundo insaciable.
He sido.

 

            Hasta pronto.

Helena Suárez



3 comentarios:

  1. Hola, Helena,
    Bonito recuerdo dejas del celérico homenaje a Cernuda, en el que gusto participar.
    Quiero aclarar aquí, con más eextensión que aquella noche, que la parte política que me interesa de Cernuda es la línea antiespañolista que inaugura en sus últimos libros. Es además uno de los pilares de mi libro de poemas civiles, de próxima aparición en Vitruvio, "Poemas Españoles". Como sabes, el rechazo que provoca España en Cernuda, es un cansancio definitivo. No es regeneracionista como para los escritores del 98. Simplemente no puede más y reniega del país para siempre pues lo juzga sin arreglo, y yo idem. Por cierto, el poema inicial de mi libro se titula "Senara", que te sonará. Fue publicado tb en el número xi de El Extramundi.
    Gracias por destacar mi torpe intervención, y felicidades por la claridad de tus posts.

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  2. Gracias por tu puntualización, César. El día del acto tu comentario me pareció interesante, aunque no entendí muy bien por qué era esa la parte de la obra cernudiana que más te gustaba, ahora lo veo claramente. Comprendo el desencanto con España (el tuyo y el de Cernuda), pero no creo que haya que renegar de ella porque, en mi opinión, España no es su política, sino más bien a pesar de ella. Prueba de ello es la magnífica poesía que tenemos en este país. Por desgracia, Cernuda no vivió para ver el fin de la dictadura, pero estoy segura de que nosotros conoceremos tiempos mejores.

    Esperaré con interés la publicación de tu libro. Seguro que me sorprende.

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  3. Si yo soy español, lo soy a la manera de aquellos que no pueden ser otra cosa.
    Así dice Cernuda en Díptico Español.

    Es la tierra imposible, que a su imagen te hizo para de sí arrojarte. Así dice en Ser de Sansueña.

    Creo que renegar es poco, abomina completamente de España, de lo español, sabiendo su condena porque está unido a su lengua.

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