martes, 14 de diciembre de 2021

Encuentro con Pedro López Lara

 Pedro López Lara presentó hace unas semanas, concretamente el 10 de noviembre de este año, su poemario Meandros (2021). Autor tardío y ganador de distintos premios de poesía (Premio de poesía de la Ciudad de Alcalá y Premio de poesía Rafael Morales) nos muestra con esta nueva obra la vida pasada desde el presente, las dudas existenciales que en muchas ocasiones nos perturban y la importancia de ciertas personas en nuestras vidas.

Comenzamos la entrevista conociendo un poco más al autor, viendo cómo ha sido su vida desde una vista de pájaro, de manera superficial, pero que nos permita ver de dónde sale esta necesidad de escribir y cómo evoluciona a lo largo del tiempo.

Como nos cuenta López Lara, la escritura para él ha sido una carga que ha sentido más pesada o más ligera según la época que estaba viviendo: Se inició en su etapa universitaria y mientras trabajaba en una editorial de renombre continuó escribiendo de vez en cuando, encontrando respiros entre los momentos más absorbentes de su profesión; pero es ahora, en los últimos años, cuando ha encontrado su oportunidad para encontrarse de nuevo y expresar sus ideas, sentimientos… a través de este arte. “Básicamente siempre he tenido un rechazo a escribir, pero la vida me ha conducido por caminos que me han obligado a escribir; y a escribir bastante”, nos relataba el autor.

Por otro lado, hemos descubierto que es un hombre al que le gustan todos los géneros literarios, pero que a la hora de escribir se decanta por la poesía de manera excepcional, aún habiendo escrito en tiempos pasados artículos filológicos, manuales didácticos y microrrelatos creados para su deleite personal.

Dentro de sus relatos poéticos, aún inéditos, ha tenido la oportunidad de recrear diversas escenas cinematográficas, pasajes y personajes de obras literarias, cuadros… que, de un modo u otro, podemos suponer, han impactado en su vida.

De la misma forma, el poeta se ha visto influenciado por distintos autores, entre ellos: Luis Cernuda, Jorge Luis Borges, Edgar Lee Masters, Fernando Pessoa, Paul Valéry… Aunque como bien nos menciona: “En realidad, yo creo que todo lo que uno lee le influye. Para mí las lecturas, como el hecho de haber visto películas o contemplado cuadros, son experiencias vitales. Y mi poesía trata de la memoria; una memoria que recrea siempre experiencias vitales; pero a veces, has dedicado parte de tu vida a leer un libro, contemplar un cuadro o ver una película, y eso no son experiencias culturales o culturalistas, forman parte también de la vida”.

Como no podía ser de otra forma, y por ser motivo de esta entrevista, hablamos de su última obra, Meandros (2021), en la cual se muestran memorias, lugares, ideas y personajes de una vida, en su parte, ya vivida.

Poemario escrito a partir de retazos robados al tiempo, con poemas únicos y con significado en sí mismos, que pretende transmitir dichos relatos como se muestran, dejando siempre ciertos límites para la subjetividad individual y aceptando siempre el deleite o desagrado del lector.

De la poesía, López Lara no espera nada: “No creo que la poesía sea un arma cargada de futuro ni cargada de ninguna otra cosa. Bueno, voy simplemente recibiendo con gratitud lo que me va dando, pero nada más, no hay una expectativa”, pero afirma que un poema debe asentarse en dos elementos: que tenga ritmo y que contenga una idea o un sentimiento “al que se le ha dejado reposar, un sentimiento que previamente ha sido disecado, o sepultado, y al que por un momento de la escritura del poema se le hace revivir para que luego vuelva a su tumba, ataúd o baúl, álbum de los recuerdos…”

Para finalizar, y en relación con su trabajo en el mundo editorial y educativo, le preguntamos por la actualidad: los jóvenes de hoy en día y la lectura. A este respecto, descubrimos que el autor opina que a pesar de que “ahora se lee y se escribe, probablemente más que nunca en la historia, por las redes sociales, por el WhatsApp… cuando antes se usaba el teléfono, la comunicación directa cara a cara; ahora se emplea la escritura, pero ese hecho es redundado, no se ha traducido en ninguna mejora de la habilidad o de la capacidad de comprender un texto escrito, o de elaborarlo por parte de los alumnos; ni tampoco de sus padres, de los adultos”, y que para sobrepasar  este problema plantea una solución aparentemente sencilla: conocer los intereses de los jóvenes y leer pasajes muy breves de obras en los que se manifestara dicho interés, dejando, en parte, de lado, la historia de la literatura ya que dichos textos no resultan atractivos a esas edades.

Nos encontramos frente a un hombre que sigue con la escritura a pesar de los altibajos que ha superado en su carrera como escritor a lo largo de la vida, y que actualmente ya tiene planteada su siguiente obra. ¡Desde Ediciones Vitruvio te deseamos lo mejor en tus siguientes proyectos y nos encantaría seguir compartiéndolos contigo!


Alba Menéndez Cuesta.





viernes, 26 de noviembre de 2021

El escalón Hillary de David Minayo por Alba Menéndez

             Hasta el momento, dedicado de lleno a la poesía, publicó tres poemarios: El amor en tiempo de los desguaces de coches (2014), Soportar la noche (2015) y El Berlín imposible de Hitler (2019).

Sin embargo, en esta nueva etapa literaria en la que deja de lado su faceta más poética, hemos podido conocer durante la presentación de su actual novela una dimensión más personal del autor. Así hemos descubierto la importancia que le otorga al proceso de escritura, pasando por sus inquietudes más profundas o su visión acerca de la actualidad.

Comenzamos la entrevista desgranando peculiaridades sobre su novela. Es así como conocemos que el autor dedicó alrededor de cinco años en escribirla y que no siempre el proceso fue sencillo, pues la duda estuvo presente y en distintas ocasiones se cuestionó si seguir adelante o aparcar su proyecto definitivamente. En este aspecto, fue su mujer quien representó su máximo apoyo, animándole constantemente para seguir escribiendo y recordándole que su mundo estaba ahí, detrás de las letras que iba construyendo capítulo tras capítulo.

Además del apoyo de su mujer y su círculo más cercano, contó con la ayuda distintos conocedores de la materia que le permitieron recrear la realidad de la época y ser fiel a la historia. Agradeció su colaboración a Jesús Hernández (historiador y experto en la Segunda Guerra Mundial); al coronel Pedro Baños (experto en geopolítica); así como a una serie de técnicos en electrónica, aviación y mecánica. Minayo recuerda que “abordar un capítulo, al final, es abordar todos los elementos que hay en él”.

En este coloquio no quisimos pasar por alto uno de los elementos que más nos llamaban la atención: ¿Por qué Hitler repite protagonismo dentro de su repertorio? ¿Qué vio en este personaje histórico que le llamase la atención? Tras su investigación, ¿descubrió facetas nuevas que hasta ahora eran desconocidas del dictador?

Minayo nos reveló que vio la oportunidad de aprovechar los conocimientos adquiridos en este largo proceso de investigación para escribir tanto la novela como su último poemario (El Berlín imposible de Hitler, 2019) ya que, para él, una no podría existir sin la otra.

Además, hizo hincapié en que en la vida no todo es blanco o negro, y como cabía esperar, tampoco en la figura de Hitler. ¿Qué tenía este personaje en sus primeros años para ser idolatrado y odiado a partes iguales? Entre su círculo más cercano encontraríamos alguna de las claves que nos resolverían esta pregunta, más allá de la ya generalizada opinión a nivel mundial del daño que generó Hitler a la sociedad. Por ello Minayo quiso darle la humanidad que en otras obras se le ha arrebatado, aunque, citando al autor: “decir que Hitler hizo cosas buenas, es como decir que el diablo tiene su lado bueno y es la antítesis de Dios, es el mal absoluto; entonces es complicado”.

No queríamos despedirnos del autor sin antes conocer su opinión acerca de la actualidad: ¿Qué valoración tiene sobre los jóvenes de hoy en día y la lectura?

Como les comentábamos, hoy en día las redes sociales han dejado en segundo plano a los hobbies más tradicionales como la lectura y la escritura, capaces de ofrecer una magnitud intelectual y sentimental, pero que en ocasiones son motivo de vergüenza e inseguridad en los jóvenes. El autor reconoce compartir esta visión y declara que es algo que ve en muchos jóvenes; incluso en su hijo adolescente, cuyo entretenimiento se centra en profundizar en YouTube y las redes sociales.  Recalca que son plataformas que distraen: fuentes de diversión instantánea que te evaden de la realidad fácilmente; al contrario que un libro, el cual también te puede ofrecer diversión pero que requiere de un pequeño esfuerzo: estar tranquilo, sentarse a leer, utilizar la imaginación para crear un mundo paralelo…

Su aportación para superar esa vergüenza e inseguridad juvenil viene de la mano de un consejo centrado en el Estoicismo, dice así: “Lo que piensen los demás al fin y al cabo no es lo que importa; lo que importa al final es que estés a gusto contigo mismo. […] Y cuando sabes eso, todo lo demás pasa a un segundo plano, y te centras en ser tu y en ayudar a los demás para estar contento contigo mismo y ser feliz”.

Queremos agradecerle a David Minayo la oportunidad de conocerle tanto a él como a su obra más en profundidad. Escritor prematuro, lleva perfeccionando su técnica desde niño, apoyado por su padre, que como nos confiesa con una sonrisa: “siempre me estaba alentando a que hiciera lo que me gustaba. Siempre está detrás de mí diciéndome “escribe, escribe”, presenta esto… Bueno mi padre se cree que soy capaz de ganar el Planeta”.

Ahora nos encontramos frente a un hombre que reconoce haberse sentido siempre escritor, pero que considera que para ser un escritor de verdad se necesita cierta trayectoria, y es eso lo que actualmente está creando.

 Alba Menéndez





El escritor David Minayo