martes, 7 de mayo de 2013

Más Raúl Nieto que nunca


Dicen por ahí que está a punto de ser padre, el caso es que Raúl Nieto de la Torre acaba de presentar su último libro, Los pozos del deseo, y la presentación no pudo ser más bulliciosa e interesante. Por un lado los Vitruvios más felices que nunca, Pablo Méndez contó como conoció a Raúl, una historia curiosilla de un premio de Majadahonda que yo ya creo haberle escuchado a Méndez más veces, ¿repetición? pero es hermoso igualmente. Por otro afamados novelistas como Luis Landero que me dicen presentó hace años el famoso primer libro de Raúl, Zapatos de andar calles vacías y entre medias Antonio Ferrer aclarando algunos aspectos, no muchos, del libro.

 
Expectación antes de empezar el acto

            Y es que Los pozos del deseo es un libro de amor. Hasta tal punto resulta amorosa la propuesta que está intercalado con textos del diario de la amada, Melissa, que lució en el acto su avanzado estado de gestación y no evitó algún rostro de sonrojo cuando se hablaba de ella desde la mesa. Los pozos del deseo es una obra que va ganando fuerza conforme avanzan los poemas, la poesía de Nieto es sutil, clara, sencilla, bien armada, dulce, feliz y dolorosa, muy de la marca Vitruvio en sus mejores galas y muy de nuestro tiempo que se agradece.

            Raúl nieto empezó la lectura algo visitado por las circunstancias pero después del primer o segundo poema se vino arriba y al final nadie quería que terminara el acto, ya en casa, con el libro encima de la mesa, me he dejado llevar como pocas veces por una poesía misteriosa, festiva en lo más ardoroso de la palabra, llena de luces y entretelas, heredera de Ángel González, y con trabajo, con mucho trabajo en cada verso, en cada poema terminado.

 
Antonio Ferrer, Raúl Nieto de la Torre y Pablo Méndez
 
            Fueron muchos los poetas que por allí estaban, Pedro Antonio González Moreno, Antonio Daganzo del que me dicen ya ha terminado su libro de música y tiene pendiente una firma con la editorial Planeta ¿saldrá para Navidades?, Alfonso Berrocal que llevaba años sin ser visto por estos lares y al que conocí una noche de lluvia allá por los finales del siglo pasado: tan encantador como siempre, Paco Caro, Rafael Soler, José Elgarresta, Alberto Infante, Federico Leal ¿lo conocí también aquella noche de lluvia? (por ahí debió andar), María López, Viktor Gómez, Manuel Martínez…

            Muchos de los que fueron me hablan maravillas de Raúl Nieto de la Torre, están en lo cierto creo yo, el que dude ya sabe: Los pozos del deseo le hará dichoso o incrédulo para siempre.
 
Nieves González Marín