Dicen
por ahí que está a punto de ser padre, el caso es que Raúl Nieto de la Torre
acaba de presentar su último libro, Los
pozos del deseo, y la presentación no pudo ser más bulliciosa e
interesante. Por un lado los Vitruvios más felices que nunca, Pablo Méndez
contó como conoció a Raúl, una historia curiosilla de un premio de Majadahonda
que yo ya creo haberle escuchado a Méndez más veces, ¿repetición? pero es
hermoso igualmente. Por otro afamados novelistas como Luis Landero que me dicen
presentó hace años el famoso primer libro de Raúl, Zapatos de andar calles vacías y entre medias Antonio Ferrer
aclarando algunos aspectos, no muchos, del libro.
Expectación antes de empezar el acto
Y es que Los pozos del deseo es un libro de amor. Hasta tal punto resulta
amorosa la propuesta que está intercalado con textos del diario de la amada,
Melissa, que lució en el acto su avanzado estado de gestación y no evitó algún
rostro de sonrojo cuando se hablaba de ella desde la mesa. Los pozos del deseo es una obra que va ganando fuerza conforme
avanzan los poemas, la poesía de Nieto es sutil, clara, sencilla, bien armada,
dulce, feliz y dolorosa, muy de la marca Vitruvio en sus mejores galas y muy de
nuestro tiempo que se agradece.
Raúl nieto empezó la lectura algo
visitado por las circunstancias pero después del primer o segundo poema se vino
arriba y al final nadie quería que terminara el acto, ya en casa, con el libro
encima de la mesa, me he dejado llevar como pocas veces por una poesía
misteriosa, festiva en lo más ardoroso de la palabra, llena de luces y
entretelas, heredera de Ángel González, y con trabajo, con mucho trabajo en
cada verso, en cada poema terminado.
Antonio Ferrer, Raúl Nieto de la Torre y Pablo Méndez
Fueron muchos los poetas que por
allí estaban, Pedro Antonio González Moreno, Antonio Daganzo del que me dicen
ya ha terminado su libro de música y tiene pendiente una firma con la editorial
Planeta ¿saldrá para Navidades?, Alfonso Berrocal que llevaba años sin ser
visto por estos lares y al que conocí una noche de lluvia allá por los finales
del siglo pasado: tan encantador como siempre, Paco Caro, Rafael Soler, José
Elgarresta, Alberto Infante, Federico Leal ¿lo conocí también aquella noche de
lluvia? (por ahí debió andar), María López, Viktor Gómez, Manuel Martínez…
Muchos de los que fueron me hablan
maravillas de Raúl Nieto de la Torre, están en lo cierto creo yo, el que dude
ya sabe: Los pozos del deseo le hará
dichoso o incrédulo para siempre.
Nieves González Marín
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